No cabe duda de que cualquier innovación comercial de aquí en más surgirá desde el concepto mismo del ecommerce. Con mayor o menor complejidad, toda transacción del futuro estará pensada desde una red interconectada de compradores y vendedores. Incluso en la actualidad podemos ver derivaciones de la idea de base del comercio electrónico. Dos de ellas, muy relevantes, que revisaremos en esta oportunidad son el mcommerce y el social commerce.
Qué es el mcommerce
El mcommerce es el comercio basado en dispositivos móviles, principalmente teléfonos celulares. Esencialmente implica poder hacer las mismas compras que se hacen de forma electrónica, pero usando un celular o una tablet como soporte. La experiencia de uso en estos dispositivos, sin embargo, es muy distinta a la de una computadora. Por eso requiere repensar tanto las tiendas propias como los marketplaces. Algunas cuestiones a tener en cuenta en este sentido son el tiempo de carga, la visibilidad, la compatibilidad multiplataforma, o la navegación “thumb-friendly”.
Según eMarketer, hasta 2019 Latinoamérica era el mercado de smartphones con crecimiento más acelerado. En mayo de 2019, fue la región que registró el mayor aumento de ventas de mcommerce, superando por casi 10 puntos el promedio mundial.
Qué es el Social Commerce
El Social Commerce, por su parte, es el comercio que ocurre en sitios de redes sociales. El mcommerce y el Social Commerce están muy vinculados. En 2019, la mitad de las horas dedicadas al uso de smartphones con sistema Android a nivel mundial se usaron en apps sociales y de comunicación, como WhatsApp. Además, en América Latina están los usuarios que más tiempo pasan en estos sitios: Brasil, Colombia y Argentina están en el top 5 del mundo, con más de 200 minutos diarios en promedio ocupados en redes sociales.
La definición del Social Commerce es difusa. No está limitada a hacer compras íntegramente dentro del sitio o la app de una red social a través de “buy buttons”. Este formato ciertamente aún no ha escalado más allá de pequeños vendedores que buscan reducir la complejidad de su estructura online. GlobalWebIndex, sin embargo, define las transacciones de Social Commerce más allá del acto de comprar dentro de una red social. Según la investigadora de mercado, un social shopper también puede ser alguien que busca información sobre un producto predominantemente en redes sociales, aunque no lo compre por ese medio. Tomando esto en cuenta, concluyen que el 55% de los usuarios de internet son social shoppers. Más aún, en Argentina y México este número asciende al 71%, y Colombia es el segundo mercado con más social shoppers (77%).
Esto es una indicación para las marcas sobre la importancia de generar una estrategia de redes sociales que acompañe correspondientemente a la estrategia de ecommerce. En definitiva, pensar el camino hacia la omnicanalidad de forma integral.